ANTI-HAUNTOLOGÍA está transformando la música futurista de formas inesperadas
¿Música futurista o nostalgia disfrazada? La anti-hauntología tiene la respuesta
Hace tiempo, cuando el futuro todavía tenía cara de futuro, creíamos que la música avanzaría en línea recta hacia lo desconocido 🚀. ANTI-HAUNTOLOGÍA surgió como un grito de guerra contra la nostalgia disfrazada de innovación, una estrategia para romper con los bucles temporales en los que la cultura había quedado atrapada. Mientras algunos se aferraban a sonidos del pasado reempaquetados con etiquetas modernas, otros decidieron dinamitar esas cadenas y abrir caminos inexplorados.
La música futurista, lejos de ser una fantasía de sintetizadores y efectos alienígenas, se convirtió en el campo de batalla donde se decidía el destino de nuestra relación con el tiempo y la tecnología. Porque, ¿qué es realmente lo futurista? ¿Un loop de vaporwave con glitches intencionales? ¿Una composición generada por inteligencia artificial en la música? ¿O tal vez la pura exploración de lo inédito, sin ataduras a una estética heredada?
Origen de la foto: Il futuro non è perduto
El sonido de un futuro que se niega a repetirse
Si algo nos enseñó la hauntología fue que el pasado nunca se va del todo. Jacques Derrida lo planteó como una presencia espectral: los ecos de lo que fue y de lo que pudo haber sido acechan al presente, impidiendo que avance sin su peso. En música, esto se tradujo en un reciclaje incesante de sonidos vintage, cintas desgastadas, sintetizadores de los ochenta y samples de programas de televisión olvidados. Un glitch en la matrix cultural que convirtió lo retro en una prisión disfrazada de homenaje.
La anti-hauntología vino a romper ese ciclo. No basta con avanzar tecnológicamente si la estética sigue estancada en el déjà vu eterno. La pregunta clave es: ¿cómo sonar sin depender de lo que ya hemos oído? Ahí entran figuras como SOPHIE y Arca, artistas que comprendieron que la verdadera innovación no era imitar el futuro soñado por generaciones pasadas, sino construir uno nuevo con herramientas nunca antes vistas.
«El futuro no es un recuerdo mal editado».
Cosmotécnica y la reconciliación con la tecnología
Aquí es donde entra en escena un concepto fundamental: la cosmotécnica. Desarrollado por el filósofo Yuk Hui, propone que la tecnología no debe ser vista como un fenómeno homogéneo y universal, sino como algo que cada cultura reinterpreta a su manera. No es lo mismo la digitalización desde la perspectiva occidental que desde la asiática, la africana o la indígena. Cada sociedad tiene su propia relación con la técnica, y esa diversidad debería reflejarse en la manera en que imaginamos el futuro.
¿Qué significa esto para la música? Que no podemos limitarnos a un solo paradigma. La tecnología avanzada no debería alienarnos de nuestras raíces, sino expandirlas. En lugar de una IA que imita el sonido de los grandes éxitos del pasado, ¿por qué no un modelo que explore escalas olvidadas, armonías imposibles o ritmos que escapan a la lógica binaria de los DAWs occidentales?
La música futurista debería ser la banda sonora de un mundo que aún no existe, no la de un videojuego retro con estética de cassette gastado.
Solarpunk y la utopía sonora que necesitamos
Si hay un movimiento que ha entendido la importancia de un futuro reinventado, es el SOLARPUNK. Frente a la saturación de distopías, el solarpunk propone imaginar un porvenir donde la tecnología conviva con la naturaleza, donde la energía sea limpia y la estética, un balance entre lo orgánico y lo digital.
Pero ¿qué pasa con la música en esta ecuación? Hasta ahora, el futuro sonoro se ha dividido entre dos extremos: el tecno-híper-industrial, con su frialdad mecánica, y el retrofuturismo nostálgico, que recicla el pasado con filtros VHS. ¿Dónde queda la posibilidad de un sonido verdaderamente nuevo, que no dependa ni de lo uno ni de lo otro?
Tal vez en la fusión de lo sintético con lo biológico:
- Composiciones generadas por inteligencia artificial pero con la imperfección orgánica de instrumentos acústicos.
- Paisajes sonoros construidos a partir de datos ambientales, donde el viento, la lluvia o el ritmo de las ciudades inspiren nuevos patrones musicales.
- «El futuro no tiene que sonar como un laboratorio estéril».
Si el SOLARPUNK busca ciudades integradas con la naturaleza, la música de ese mundo debería sonar como una sinfonía en la que los algoritmos y los humanos coexisten en armonía.
La inteligencia artificial en la música: ¿colaboración o parásito?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. La inteligencia artificial en la música ha avanzado a un punto donde puede generar canciones completas, imitar estilos, recomponer sinfonías e incluso producir temas inéditos de artistas fallecidos. Esto plantea una pregunta incómoda: ¿seguimos siendo creadores o nos convertimos en simples curadores de lo que una máquina produce?
Algunos dirán que esto es el fin de la creatividad, pero ANTI-HAUNTOLOGÍA nos ofrece otra perspectiva: en lugar de usar la IA para replicar el pasado, podríamos emplearla para explorar lo que aún no existe.
- En vez de generar «nuevas» canciones de The Beatles, podríamos pedirle que imagine sonidos alienígenas.
- En lugar de hacer que una IA imite a Bach, podríamos usarla para descubrir escalas y ritmos imposibles para el oído humano.
- ¿Y si la IA fuera una herramienta para acceder a dimensiones sonoras inexploradas en lugar de un simple reproductor de nostalgia?
El futuro ya no está en pausa
Si algo nos enseñó el siglo pasado es que el futuro es un territorio en disputa. Durante décadas, la cultura pop se ha refugiado en la seguridad de lo familiar, repitiendo patrones, reviviendo tendencias, aferrándose a un tiempo que ya no existe. La anti-hauntología es un acto de resistencia contra ese estancamiento.
La música del mañana no puede construirse sobre los escombros de lo que ya fue. Si queremos verdaderamente escapar del loop infinito de lo retro, necesitamos sonidos que rompan con la lógica de la nostalgia, que desafíen la manera en que percibimos el tiempo y la tecnología.
«El futuro no es un remix del pasado, es una composición inédita que aún no hemos escuchado».
Y ahora la pregunta es: ¿estamos listos para escucharlo? 🎧