“Nicki Parrott: de Newcastle a los escenarios de jazz más grandes del mundo”
Una carrera que combina la precisión rítmica y el encanto vocal ha convertido a Nicki Parrott en una de las figuras más completas del jazz contemporáneo. Desde sus primeros acordes en Australia hasta liderar trios en Broadway, Parrott es una virtuosa que no se conforma con un solo rol.
Nacida en Newcastle, Australia en 1970, Parrott no tardó en mostrar un interés genuino por la música. A los cuatro años, comenzó a estudiar piano, pero su curiosidad musical la llevó a explorar otros instrumentos como la flauta antes de que, a los quince años, descubriera el contrabajo. Y así, como si una fuerza invisible la guiara, Parrott cambió por completo su enfoque y se sumergió en el mundo de las cuerdas. Tras completar la escuela secundaria, dio el salto a Sydney, donde la escena jazzística emergente se convertiría en el trampolín hacia su futuro.
“De Australia a Nueva York: El salto al gran escenario”
Si bien su talento ya había florecido en Australia, fue en el Conservatorio de Música de Nueva Gales del Sur donde Parrott recibió su primera gran oportunidad: una beca del Consejo de las Artes que la catapultó a Nueva York para estudiar con el legendario bajista Rufus Reid. Es en ese momento donde la historia de Nicki Parrott toma un giro decisivo. La ciudad que nunca duerme se convirtió en su hogar en 1994, y con ello, su carrera tomó un ritmo vertiginoso.
Diez años junto a Les Paul: “La voz y el bajo detrás del guitarrista legendario”
En la gran manzana, Nicki Parrott pasó a ser parte de una tradición que pocos músicos pueden presumir: formar parte del trío de Les Paul, el icónico guitarrista que revolucionó el mundo del jazz y del rock. Durante más de diez años, cada lunes por la noche, el trío de Les Paul se presentaba en el Iridium Jazz Club de Nueva York, atrayendo a fanáticos y críticos por igual. Y no solo tocaba el contrabajo; Parrott también cautivaba al público con su cálida y sofisticada voz, convirtiéndose en una especie de doble amenaza para aquellos que pensaban que solo se trataba de una instrumentista.
Un repertorio que se mueve entre Broadway y los festivales internacionales
Nueva York no era solo el epicentro del jazz, sino también de la música teatral. Nicki Parrott se adentró en el mundo de los musicales de Broadway, sumando a su currículum otro aspecto de su versatilidad artística. Al mismo tiempo, sus colaboraciones con grandes figuras del jazz como Clark Terry, Joe Wilder y Scott Hamilton consolidaron su reputación como una intérprete de peso.
Pero si bien su nombre resonaba en los clubes y teatros de Manhattan, Parrott no se quedó confinada a una sola ciudad. Festivales de jazz en Europa, Asia y América Latina pronto se convirtieron en su segunda casa. Desde Montreux hasta el Festival de Jazz de Buenos Aires, Parrott dejó claro que su estilo cruzaba fronteras con facilidad.
Discografía: “Más de dos docenas de discos y contando”
La discografía de Nicki Parrott es un viaje en sí mismo. Desde su debut como líder con “Moon River” (2007), ha lanzado álbumes que no solo muestran su capacidad técnica, sino su buen gusto a la hora de seleccionar y reinterpretar estándares de jazz. Entre los más destacados se encuentran:
- “Dear Blossom” (2017): Un tributo a la cantante Blossom Dearie, donde Parrott equilibra la delicadeza y la complejidad con la que se caracteriza Dearie.
- “De Nueva York a París” (2019): Un álbum que captura la esencia de dos ciudades icónicas para el jazz.
Colaboradora incansable, ha participado en más de dos docenas de grabaciones para sellos como Venus Records (Japón), Arbors Records (EE.UU.) y Ooroo Records (Australia), lo que subraya su presencia global y su conexión con audiencias de diferentes continentes.
¿Bajista o vocalista? La dualidad de Nicki Parrott
Si bien su toque como bajista es “sensato y adaptable” —capaz de moverse con fluidez entre géneros— es su capacidad de combinar ese dominio instrumental con una voz cálida e inteligente lo que la distingue de otros músicos. ¿Qué la hace tan especial? La respuesta radica en cómo utiliza su voz para complementar, no eclipsar, el ritmo de su bajo. Al final, Parrott ha perfeccionado el difícil arte de ser simultáneamente la base rítmica y la melodía principal, un logro que pocos bajistas-cantantes han conseguido con tal elegancia.
Reconocimientos: “Un aplauso que cruza océanos”
La carrera de Nicki Parrott no ha pasado desapercibida. La revista Swing Journal no dudó en premiarla con el Mejor Álbum Vocal por su disco debut Moon River en 2007 y nuevamente en 2008 por Fly Me to the Moon. En 2010, su álbum Black Coffee recibió el Disco de Oro, consolidando su estatus como una de las voces femeninas más destacadas en el panorama actual del jazz.
De vuelta a casa: un regreso para seguir explorando
En la actualidad, Nicki Parrott ha decidido volver a sus raíces australianas, pero eso no significa que se haya retirado de los escenarios. Al contrario, Parrott sigue grabando y realizando giras por todo el mundo, llevando consigo ese estilo único que combina lo tradicional con lo moderno. Un retorno que no es el fin de una era, sino el comienzo de una nueva fase creativa.
¿Qué sigue para Nicki Parrott? Si algo ha demostrado a lo largo de su carrera es que siempre se está reinventando. Su versatilidad como bajista y cantante, su dominio del repertorio clásico y su disposición a experimentar con nuevas formas sugieren que, lejos de conformarse con lo que ya ha logrado, Parrott está destinada a seguir sorprendiendo. ¿Será su próximo álbum un retorno a los clásicos o una incursión en terrenos inexplorados? El futuro, como siempre, está lleno de promesas para esta inigualable artista.
¡La espera será tan emocionante como sus presentaciones en vivo! 🎵