Kiko Veneno responde a las entrevistas con toda la simpatía y a bocajarro: la música kiko veneno, la que le gusta escuchar, es la suya.
Y para eso se ha sacado un álbum de la manga. “Con el virus me salió el espíritu de reportero que llevo dentro”.
junio 2020
Hizo unas canciones sobre lo que hemos vivido, y ha tenido una grabación realmente bonita. El creador de ‘Volando voy’ lo tiene todo prácticamente decidido. El disco se llamará ‘Hambre’. Porque ya lo dijo Bob Dylan del motor que le movía de joven: el hambre de lo ignoto, de investigar, de expresar … ¡El apetito de los humanos es infinita!
La perspectiva de verso encallado a lo largo de meses es lo que le hizo remangarse. “Pensé: ‘me voy a centrar’.
Muchos artistas han confesado que han visto en una situación imprevisible como el confinamiento la ocasión para buscar cobijo sensible en las obras tradicionales, troncales, asociadas a sus raíces o bien transmisoras de firmeza.
Pues con Kiko Veneno, es precisamente del revés.
Tal y como si lo que le diese seguridad fuera de lo nuevo, lo no pautado, como presagio de la feliz continuidad de la humanidad, habla de Kora , “una chica de diecisiete años de Barna que hace cosas simpáticas, y de Cristian de Moret, músico de “flamenco nuevo, aún sin disco,” pianista con capacitación de conservatorio e inventiva máxima.
¿Y los tradicionales?
A esos ya no hace falta dedicarles más tiempo. Los tiene dominados; los escuchó de joven y los lleva dentro. Prácticamente y literalmente. “En ocasiones me tumbo, me relajo y los escucho en mi mente: Beatles, The Allman Brothers Band, Beethoven … Como al profesor Dylan, cuyo último disco aún no se ha acercado.
Leyó una letra y no le hace falta más. Con solo una estrofa ya l le entró una cosa por el cuerpo …
