La historia secreta de FAUN y Hex
El regreso del pagan folk a la magia más profunda
Estamos en septiembre de 2025, en Alemania, y FAUN lanza Hex, un álbum que suena como si las hogueras del pasado hubieran prendido de nuevo en pleno escenario. Pagan folk, hechizos, lirios venenosos y una vuelta a las raíces que no es solo musical, sino también histórica. El título viene de la palabra alemana hexe, “bruja”, y desde el primer acorde queda claro que no estamos ante un simple disco de folk, sino ante un viaje por los rincones más oscuros y luminosos de la tradición europea.
Hace tiempo, FAUN ya nos tenía acostumbrados a esa mezcla de lo arcaico con lo contemporáneo, pero aquí la apuesta es distinta: más atrevida, más teatral, casi como una crónica cantada sobre brujas, sanadoras y mitos paganos. Y lo curioso es que, lejos del cliché de la bruja malvada del cuento infantil, Hex propone lo contrario: ¿por qué seguimos temiendo a las supuestas brujas y no a los que encendieron las hogueras?
Origen: FAUN release mesmerising new album ‘Hex’
Por qué Hex es más que un disco folk
Un relato sobre brujas, sanadoras y miedo heredado
El nuevo trabajo de FAUN abre con “Belladonna”, ese veneno que alguna vez fue pócima y cosmético, belleza y muerte en una misma raíz. La letra recuerda a las tres Moiras de la mitología griega, con Atropos cortando el hilo de la vida, y la melodía juega con esa contradicción entre dulzura y peligro. El videoclip no se queda atrás: imágenes nocturnas, danzas rituales y la sensación de estar entrando en un jardín donde lo bello puede ser letal.
El grupo no se limita a contar historias: las recontextualiza. “Nimue”, con Chelsea Wolfe, suena como un duelo entre dos voces que parecen invocar a la Dama del Lago en medio de una tormenta eléctrica. “Vals” rescata tonalidades escandinavas con la ayuda de Daniel Pettersson y Daniel Fredriksson, y ahí uno entiende que FAUN no está inventando nada: está resucitando sonoridades que parecían sepultadas. Y luego está “Umay”, con la cantante turca Fatma Turgut, un viaje hacia lo ancestral de Anatolia donde el folk europeo se funde con otra tradición igual de antigua.
“Cada tema es un conjuro en sí mismo”. No es exageración. Hay momentos en que las gaitas parecen rugir como animales y otros en que la voz se vuelve un susurro tan íntimo que parece rezar directamente al oído.
“El miedo a las brujas es el miedo a lo que no se controla”
—Johnny Zuri
Lo que revela FAUN sobre la música y la historia
Cuando los mitos son más sinceros que los archivos
Lo fascinante de Hex es su capacidad para mezclar documentación histórica con pura emoción. Los textos están cuidadosamente investigados, pero lo que llega al oyente no es un tratado de antropología, sino una sacudida emocional. No necesitas saber quién fue Hécate para sentir que “Garden of Hecate” respira a medianoche con plantas venenosas brillando en la penumbra.
Hay algo de provocador en esa insistencia de FAUN en darle voz a las sanadoras perseguidas, a las sabias de aldea que fueron quemadas vivas mientras sus verdugos presumían de fe. Esa misma tensión entre belleza y crueldad late en el disco entero. Lo escuchas y piensas: el pagan folk nunca fue un capricho retro, sino una manera de recordar lo que la historia quiso borrar.
Hex en directo: un aquelarre global
Por si fuera poco, el lanzamiento llega acompañado de la World HEX Tour 2025, con paradas en Europa, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, México y Brasil. Desde Hannover hasta Hamburgo, pasando por París, Londres, Milán o São Paulo, FAUN convertirá los teatros en templos improvisados. Y sí, habrá festivales de los grandes, con multitudes escuchando gaitas, arpas y percusiones como si fueran himnos contemporáneos.
Verlos en directo es otra cosa. No es un simple concierto: es casi una ceremonia. El público canta, se mueve como si estuviera en trance, y cuando suena “Belladonna” las pantallas proyectan imágenes que parecen sacadas de un códice medieval mezclado con un videoclip futurista.
“FAUN no da conciertos, abre portales”
—Johnny Zuri
Contra el cliché: lo que Hex nos obliga a pensar
Entre el fuego de las hogueras y la modernidad
El álbum plantea una pregunta incómoda: ¿de verdad creemos que hemos superado los miedos antiguos? Cuando FAUN canta a las brujas, en realidad nos habla de nosotros, de la manera en que seguimos señalando culpables en vez de mirar al verdugo. Y es ahí donde Hex se convierte en algo más que música: en un espejo.
Lo hermoso de este trabajo es que no cae en la caricatura. No hay brujas verdes con escoba, sino mujeres sabias, hierbas que curan y también matan, destinos tejidos en la penumbra. Y la música, lejos de ser un adorno, se convierte en la propia voz de esas historias olvidadas.
“La bruja del cuento es la médica del pueblo”, parece decir FAUN. Y al escucharlo uno se pregunta qué otros relatos nos tragamos sin digerir, qué otras hogueras seguimos encendiendo sin llamarlas así.
Hex como experiencia atemporal
Escuchar Hex en vinilo, en digital o en CD da igual: siempre se siente como abrir un grimorio. El orden de los temas no es casualidad, va de la oscuridad más íntima de “Lament” hasta la claridad de “Alfar”, cerrando con un aire casi luminoso, como si después de la hoguera viniera una aurora.
La paradoja es que un disco tan cargado de referencias antiguas suene más fresco que muchas novedades. FAUN no necesita sintetizadores futuristas para sonar actuales; les basta con una zanfoña, una flauta y una idea clara: rescatar lo humano que dejamos enterrado bajo siglos de miedo.
¿Y qué pasará después de la gira? ¿FAUN seguirá explorando los territorios de la brujería y el mito o se lanzará hacia otro archivo olvidado? Lo cierto es que, con Hex, han demostrado que el pagan folk puede ser mucho más que música de nicho: puede ser un recordatorio de que la historia, cuando se canta, duele menos… pero también quema más.