Un pueblo renace al ritmo del Festival de Urriés.

4 mins read

Un pueblo renace al ritmo del Festival de Urriés: Cultura, música y tradición en la España vaciada 🌱

La quinta edición del Festival de Urriés, que tendrá lugar los días 20, 21 y 22 de septiembre, se presenta como una verdadera celebración de la diversidad cultural, la convivencia artística y el renacer de un territorio que, como tantos otros en la España vaciada, parece negarse a desaparecer. Urriés, una pequeña localidad aragonesa con apenas 50 habitantes, se prepara para recibir a un variado elenco de artistas que, durante tres días, harán vibrar sus calles con sonidos que van desde el clásico hasta el folk, pasando por la música brasileña, los boleros, el dixie y la canción francesa. Es más que un festival: es un grito de resistencia en forma de melodía.

Música para el alma: Urriés se convierte en el epicentro cultural

En un tiempo en el que el mundo rural lucha por mantener su identidad ante el creciente fenómeno de despoblación, Urriés emerge como un símbolo de resiliencia. Mientras otras localidades caen en el olvido, este pequeño rincón de Aragón se viste de gala para acoger a artistas de renombre y ofrecer una agenda ecléctica y emocionante.

Los asistentes tendrán la oportunidad de sumergirse en géneros tan diversos como la música clásica, el folk, los enérgicos ritmos brasileños y las nostálgicas canciones francesas. Pero no solo la música se apodera del festival, ya que también hay espacio para experiencias interactivas y comunitarias con talleres de pandeiro brasileño y sesiones de yoga acompañadas de música en directo. Todo esto en un entorno que parece sacado de un cuento, donde la modernidad se entrelaza con la tradición.

“La cultura se abre paso, incluso en los rincones más insospechados.”

La apuesta por la España vaciada: ¿Renacimiento cultural o utopía rural?

Con este festival, Urriés no solo celebra la música, sino también una causa mayor: la revitalización del ámbito rural. En un país donde las grandes urbes siguen centralizando el poder y la cultura, festivales como este demuestran que la vida cultural en los pueblos pequeños no solo es posible, sino necesaria. En palabras del propio alcalde de Urriés, “No se trata de nostalgia, sino de iniciativa y de una apuesta por el futuro“. Un futuro donde el mundo rural recupere su lugar, donde la cultura vuelva a latir en las venas de estas tierras, y donde la gente de la ciudad se sienta atraída por la tranquilidad y la autenticidad de estos paisajes.

¿Quién dijo que la cultura es solo cosa de las grandes ciudades?

El Festival de Urriés es, en ese sentido, un recordatorio de que la vida rural está llena de posibilidades. No es solo un retorno a las raíces, sino una declaración de intenciones. Una manera de demostrar que estos pequeños pueblos pueden ofrecer experiencias culturales tan ricas y diversas como las de cualquier capital.

Artistas que marcan la diferencia: un cartel ecléctico y fascinante

Este año, el festival contará con una variedad de artistas internacionales y nacionales que aportarán su particular visión de la música. Aunque aún no se ha revelado el programa completo, los organizadores han prometido una selección que sorprenderá a los asistentes con actuaciones que combinan lo tradicional con lo vanguardista. La intención es clara: mantener viva la identidad rural mientras se ofrece un escaparate de innovación artística.

BARBA DIXIE Beatriz Miralles Mercedes Gancedo cordestinos

Entre los talleres, destaca el de pandeiro brasileño, que permitirá a los participantes aprender los fundamentos de este instrumento de percusión típico de Brasil. Y para quienes buscan una experiencia más introspectiva, el yoga con música en directo promete ser una conexión perfecta entre cuerpo, mente y espíritu, al ritmo de melodías en vivo que acompañarán cada respiración y movimiento.

“La música no solo se escucha, también se siente en el cuerpo y en el alma.”

¿Urriés, el Woodstock del siglo XXI?

En cierta manera, el Festival de Urriés evoca la idea de un Woodstock moderno: un lugar pequeño, alejado de las multitudes, donde la música y el arte se convierten en un refugio frente al caos del mundo exterior. Claro, no hay decenas de miles de personas acampadas ni un ambiente hippie desenfrenado, pero el espíritu es el mismo: un encuentro íntimo y auténtico en el que los asistentes no son simples espectadores, sino partícipes de algo más grande.

El hecho de que este festival tenga lugar en una localidad de apenas 50 habitantes es ya, en sí mismo, una declaración de principios. Urriés es un ejemplo de que, con voluntad y pasión, los pequeños pueblos pueden ser tan relevantes como las grandes ciudades. Cada año, más y más personas descubren el encanto de este lugar y su capacidad para ofrecer un evento cultural de primer nivel.

El futuro de la cultura rural está en juego

Así, el Festival de Urriés no solo ofrece una oportunidad para disfrutar de grandes actuaciones, sino también para reflexionar sobre el futuro de la cultura en la España vaciada. Cada nota que se escucha, cada canción que se interpreta, es un paso hacia la recuperación de un espacio que merece mantenerse vivo.

¿Cómo sería el futuro sin estos pequeños rincones de historia y tradición? ¿Estamos dispuestos a dejar que la modernidad se lleve por delante lugares como Urriés? Estas son preguntas que, aunque no tengan una respuesta clara, se deben plantear, especialmente en eventos como este.

Al final, el Festival de Urriés es mucho más que música: es una experiencia, una invitación a soñar con un futuro en el que lo rural y lo urbano se complementen, en lugar de excluirse.

21 / 100

JOHNNY ZURI

Si quieres un post patrocinado en mis webs, un publireportaje, un banner o cualquier otra presencia publicitaria, puedes escribirme con tu propuesta a johnnyzuri@hotmail.com

Deja una respuesta

Previous Story

APPLE MUSIC O SPOTIFY – HE AHÍ EL DILEMA…

Next Story

Danielle Bradbery sigue conquistando con You Could