Música Imaginaria: Cuando la Imaginación se Transforma en Sonido
Baldo Martínez, contrabajista gallego y pilar del jazz contemporáneo, ha llevado su música más allá de los límites convencionales. Su proyecto Música Imaginaria no es solo un título; es un pasaje sonoro al misterioso universo que reside en la imaginación, un territorio ilimitado que Martínez convierte en música. En esta propuesta, cada nota y cada pausa cobran vida gracias a una idea tan sencilla como profunda: la música se imagina antes de existir, y es en ese acto de creación mental donde nace su esencia.
En Música Imaginaria, cada sonido tiene una identidad moldeada por la libertad creativa y la colaboración. La pieza, estrenada en 2023 en el Festival de Jazz de Vitoria, demuestra cómo la música puede ser un vehículo que va del pensamiento a la realidad, siempre manteniendo la espontaneidad como brújula.
La Imaginación, Fábrica de Sueños y Sonidos
La imaginación es un don, una herramienta que nos permite “viajar a donde queramos, ser lo que nos gustaría, soñar con un mundo a nuestra medida”, como describe Martínez. Para él, este espacio mental y personal, que cada uno puede transformar a su antojo, es el auténtico motor de la creación artística. Pero también es un lugar compartido. Lo que para Baldo es un diálogo interno, se convierte en un discurso colectivo al unir a músicos de diferentes latitudes y estilos, creando un escenario que mezcla lo personal con lo universal.
Y ¿quiénes mejor para llevar este sueño sonoro a la realidad que los cómplices ideales de Martínez? Él ha reunido a artistas que vibran con la misma intensidad imaginativa:
- Julián Sánchez (trompeta y fiscorno), cuyas notas danzan entre el lirismo y el jazz de vanguardia.
- Juan Sáiz (flauta, saxo tenor y soprano), capaz de pintar paisajes con un soplo de aire y matices tonales.
- João Barradas (acordeón), un maestro en crear atmósferas íntimas y nostálgicas que sugieren viajes y memorias.
- Andrés Coll (vibráfono y marimba), quien con sus percusiones añade una textura que va de lo etéreo a lo terrenal.
- Lucía Martínez (batería, objetos sonoros y voz), impulsora de ritmos y sonidos insospechados que suman a la mezcla.
- Baldo Martínez (contrabajo), un hombre que se reconoce como explorador del folklore gallego y el jazz libre, aportando ese tono grave y profundo que define el alma de cada pieza.
Un Viaje de Tradición y Libertad
Para Baldo, el folclore es una fuente de vitalidad inagotable. Sus raíces gallegas no son solo un recurso estilístico, sino un lenguaje a través del cual comunica historias de su tierra, reinterpretadas desde un jazz contemporáneo que ha roto barreras y etiquetas. Baldo ha pasado de explorar el jazz en bandas como Clunia y Zyklus a hacer de su contrabajo un punto de encuentro entre la música tradicional y la libertad compositiva, abarcando “todos los contextos del momento”, como él mismo define.
En Música Imaginaria, la tradición gallega se sumerge en una metamorfosis constante, como si cada nota tuviera la capacidad de abrir una puerta a un universo distinto. Las improvisaciones se dan con naturalidad, cada músico entendiendo el rol de los demás y sin perder de vista la esencia de la obra, una especie de danza entre la libertad y la disciplina.
Improvisación, el Lenguaje de lo Inesperado
La improvisación es el corazón de este proyecto, y en ella reside su capacidad para sorprender. ¿Cómo sonaría una pieza improvisada entre una marimba y un acordeón, entre una batería y un contrabajo? Martínez imagina y hace posible cada interacción, encontrando una conexión que desafía la lógica, pero también se rinde ante ella en una simbiosis armónica. En cada actuación de Música Imaginaria, el público no solo escucha, sino que también “imagina” con los músicos, como si fueran parte de la misma creación espontánea.
Martínez explica que en cada interpretación se busca explorar cómo “se entenderán entre dos instrumentos, entre tres o toda una orquesta”, una búsqueda constante que da lugar a un lenguaje propio, un código que parece responder más a las emociones y menos a las reglas.
Una Escucha Imaginaria: Entre el Jazz y el Folklore
Para quienes deseen experimentar Música Imaginaria, la pieza está disponible en un concierto completo registrado en el Festival de Jazz de Vitoria. En cada video, como el tráiler del proyecto o piezas específicas como Danza Imaginaria y A Través del Muro, es evidente el afán por romper barreras y crear puentes entre el público y el escenario, entre lo conocido y lo incierto. Cada interpretación es un nuevo lienzo, cada silencio una puerta a lo inesperado.
La experiencia de ver y escuchar a estos músicos interactuar es también un recordatorio de que el jazz, en sus márgenes europeos, tiene una vertiente profundamente ligada a la exploración cultural y a la herencia musical. Martínez y sus compañeros no buscan “revolucionar” el género, sino dejar que este fluya como una conversación infinita entre culturas, épocas y estilos.
“El Jazz, al Final, es Simplemente Libertad”
Baldo Martínez sigue demostrando que la imaginación es una herramienta indispensable para todo músico, un espacio donde todo se puede reinventar. En un mundo donde los géneros parecen estar cada vez más compartimentados, Música Imaginaria aparece como una reivindicación de la libertad artística, una oda a la imaginación sonora y al poder del jazz para trascender cualquier límite.
Y, al final, Baldo deja en el aire la pregunta: ¿qué vendrá después? Porque cuando el arte se expresa a través de la imaginación, las posibilidades son ilimitadas, y la última nota siempre deja espacio para una nueva creación, un nuevo sueño sonoro.