La verdad oculta de IT’S RAINING AGAIN y Roger Hodgson

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¿Por qué «IT’S RAINING AGAIN» sigue emocionando a generaciones? La verdad oculta de IT’S RAINING AGAIN y Roger Hodgson

«IT’S RAINING AGAIN» es la canción que convierte la melancolía en fuerza, y, créeme, nadie se libra de su hechizo. 🌧️

Bastó un día gris, de esos en los que el cielo parece estar a punto de romperse, para que Roger Hodgson, el legendario compositor de Supertramp, regalara al mundo uno de sus últimos grandes himnos. Hay algo profundamente humano en la historia de IT’S RAINING AGAIN: la mezcla perfecta de tristeza y esperanza, la ironía de bailar bajo la lluvia aunque por dentro estés hecho polvo. Y es que pocas canciones consiguen lo que esta joya consigue: ser al mismo tiempo retro y futurista, melancólica y optimista, simple y profundamente compleja. Pero también, pocas historias esconden tantos enigmas tras una melodía pegadiza.

El alquimista que transformó la tristeza en arte eterno

He de confesar que siempre me ha fascinado la manera en la que Hodgson, nacido en Portsmouth y criado entre internados ingleses, pudo convertir la soledad adolescente en una fábrica inagotable de canciones. “Dreamer”, “The Logical Song”, “Breakfast in America”, “Give a Little Bit”… Es como si cada acorde suyo fuera una cápsula del tiempo, lista para abrirse en cualquier época. En sus composiciones, el pasado y el futuro hacen las paces: una especie de pacto secreto entre la nostalgia y la visión del porvenir, donde lo retro y lo futurista se abrazan sin complejos, como dos viejos amigos que nunca han dejado de soñar juntos (biografía de Roger Hodgson).

Quizá por eso sus canciones, y sobre todo IT’S RAINING AGAIN, suenan tan actuales ahora como hace décadas. “Nada se parece tanto al futuro como una buena nostalgia bien afinada.” Y sí, admito que esto lo pienso cada vez que veo a nuevas generaciones tarareando ese estribillo pegadizo sin tener ni idea de la tormenta interior que lo originó.

Cuando la lluvia es más que agua: el secreto tras el clásico

¿Quién no ha sentido alguna vez que el mundo se derrumba mientras observa llover desde la ventana? Así nació “IT’S RAINING AGAIN”, en la confesión más sincera de Hodgson: “Estaba triste porque había perdido a un amigo. Miraba la lluvia y la canción simplemente vino a mí.” (Fuente).
A veces, la mayor genialidad está en dejarse empapar por las emociones hasta que no queda otra que convertirlas en arte. Pero también está el truco: Hodgson tomó esa balada lenta y triste y, al grabarla con Supertramp, la convirtió en algo inesperadamente alegre. “Subí el tempo, la hice más animada. Es otra de esas canciones tristes con melodía alegre”, confiesa con la naturalidad de quien sabe que las contradicciones son la sal de la vida.

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Así es como una lluvia de lágrimas acaba convirtiéndose en un himno para sobrevivientes emocionales. Cada “Come on you little fighter, get back up again” es una invitación a bailar bajo la tormenta, a buscar luz donde otros solo ven nubarrones.

“La lluvia nunca detiene a los valientes. Solo les da excusa para saltar en los charcos.” (Proverbio inglés reinventado)

Videoclips retrofuturistas y la era de los experimentos visuales

No podemos hablar de IT’S RAINING AGAIN sin recordar ese videoclip que parecía ciencia ficción, dirigido por Russell Mulcahy —sí, el mismo de “Highlander”—, una pieza adelantada a su tiempo (Wikipedia). Mulcahy llevó el surrealismo pop al videoclip mainstream: coches destartalados cruzando tormentas, cines de barrio y personajes que se ven a sí mismos en la pantalla, como si anticipara que el futuro sería una mezcla de espejos y realidades aumentadas.

El video es una pequeña obra de arte sobre la extrañeza de verse desde fuera, sobre perder una rueda y seguir adelante, sobre quedarse sin palabras pero seguir cantando. Hoy nos parece normal, pero en aquel entonces nadie jugaba así con las fronteras entre realidad y ficción. Mulcahy, con su espíritu experimental, le regaló a Hodgson un escenario visual tan nostálgico como disruptivo, plantando la semilla de lo que sería la narrativa transmedia décadas después (Filmaffinity).

La voz que venía del futuro

Hay voces que no se pueden explicar, solo sentir. La de Roger Hodgson es una de ellas. Aguda pero robusta, vulnerable pero inquebrantable, capaz de acariciar el alma y zarandearte a la vez (la voz de Supertramp ha vuelto).
En “IT’S RAINING AGAIN” grabó todas las voces, desafiando la lógica de los estudios y demostrando que la tecnología, cuando es aliada del talento, multiplica la emoción. Su manejo del falsete, esa forma de jugar con los registros sin perder una sola palabra, no era habitual en aquellos tiempos. Quizá porque pocos se atrevían a sonar tan auténticos, tan desnudos.

“A veces lo único que distingue al artista del resto es la capacidad de no tener miedo a sonar extraño.”

Así, Hodgson marcó el camino para cientos de cantantes que hoy intentan —con más o menos fortuna— cruzar esa frontera entre lo personal y lo universal, lo retro y lo futurista, lo sencillo y lo épico.

“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)

De clásico de la radio a fenómeno cultural

Es tentador medir el éxito de una canción por sus ventas, pero ¿quién puede ponerle números al eco de una melodía en el corazón de las personas? “IT’S RAINING AGAIN” fue número uno en medio planeta, pero su auténtico triunfo es que no hay generación que no la haya bailado, llorado o tarareado bajo la lluvia (Billboard Hot 100).
El detalle genial: la canción termina con un fragmento de “It’s Raining, It’s Pouring”, una tonada infantil, adelantándose al arte del sampling cultural cuando todavía nadie lo llamaba así. Hodgson supo que las canciones son puentes invisibles entre la infancia y la madurez, entre el pasado colectivo y el futuro incierto.

“Lo retro no es una moda. Es una brújula para los que se pierden en el futuro.”

El valor de marcharse cuando todos te aplauden

Quizá el gesto más audaz de Hodgson fue dejar Supertramp justo cuando todos querían más. No fue un golpe de efecto ni una pataleta de genio: simplemente, eligió cuidar a sus hijos, apartarse del ruido y repensar su papel en la música (entrevista 2000).
Pocos entienden que el verdadero valor está en saber retirarse a tiempo, reinventarse lejos de los focos, resistirse a la tentación de la fama fácil. Mientras el mundo cambiaba, Hodgson experimentaba en solitario, explorando nuevas formas de componer y distribuir. El regreso fue lento, silencioso, casi como quien no quiere molestar… hasta que el siglo XXI lo encontró preparado para surfear la ola digital mejor que muchos veinteañeros (biografía).

Cuando el futuro es digital y la nostalgia no caduca

Mientras otros artistas renunciaban a sus derechos o se quejaban de las plataformas, Hodgson apostó por lo digital. Lanzó discos como “Classics Live” solo en formato online, se mantuvo cerca de sus seguidores a través de redes y web, y demostró que la verdadera esencia de una canción no depende del soporte (Classics Live).
Verlo reinterpretar “IT’S RAINING AGAIN” con banda, con orquesta o en acústico es la prueba de que las grandes canciones son organismos vivos: mutan, crecen, se adaptan. Lo retro y lo futurista se funden en cada acorde, y la emoción permanece intacta.

El mensaje secreto bajo la lluvia

“IT’S RAINING AGAIN” no es solo un himno para días grises. Es una lección de resiliencia, un recordatorio de que incluso la peor tormenta pasa, y de que a veces solo hay que dejarse empapar para encontrar el camino. En tiempos inciertos, el mensaje sigue vigente: “Come on you little fighter, get back up again.”

Quizá por eso la canción no envejece. Cada generación la escucha y piensa que le habla directamente, como si Hodgson hubiera encontrado la fórmula mágica para viajar en el tiempo sin perder humanidad (letras y mensaje).

¿Y si lo vintage fuera el futuro?

Hoy, Roger Hodgson está en la lista de los 100 mejores compositores de la historia del rock (Classic Rock). Pero su legado va más allá de los premios. “IT’S RAINING AGAIN” es la demostración de que la nostalgia bien entendida no es un ancla, sino un trampolín; que el futuro puede ser retro y, al mismo tiempo, absolutamente nuevo.

Y así, cada vez que suena el piano que abre la canción, la lluvia sigue cayendo en algún rincón del mundo, recordándonos que las mejores historias nunca terminan del todo. ¿Cuántas vidas habrán cambiado esos acordes? ¿En qué rincón del futuro volverá a sonar, como un eco que se resiste a desaparecer?

“Nada envejece tanto como el miedo al futuro. Y nada rejuvenece como una buena canción.”


“A la lluvia le da igual de dónde vengas. Siempre encuentra la manera de entrar por la ventana de tu memoria.”
El secreto del éxito de IT’S RAINING AGAIN es ser al mismo tiempo retro y futurista.
La verdadera fuerza de una canción está en sobrevivir al paso del tiempo y seguir emocionando a quienes aún no habían nacido cuando fue compuesta.

¿Será posible que alguna vez dejemos de necesitar canciones como “IT’S RAINING AGAIN”? ¿O será que, en el fondo, siempre estaremos esperando una excusa para bailar bajo la lluvia, aunque sea solo por sentirnos vivos?

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JOHNNY ZURI

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