‘Humanz’ se compone de catorce temas y de seis interludios. Seis más en su edición Deluxe. Por norma general, las canciones desarrollan, cada una a su forma la tesis que Albarn propuso a sus cooperadores mucho antes de que esta se transformara en una realidad: imaginar un planeta en el que Trump gana las elecciones de dos mil dieciséis.
En un marco post-apocalíptico, nos encontramos con un desfile de lo viejo y sobre todo de lo nuevo del hip hop, dub, y R&B. Nos cuentan historias de alienación, de soledad y de la relación del hombre con la tecnología, hiladas narrativamente por esos pequeños interludios. Al final, aprovechando la metáfora que nos ofrecen ‘Elevator Going Up’ y ‘Penthouse’, el conjunto se podría explicar como una radiografía social de los Estados Unidos contemporáneos, pasando por múltiples estadios de entendimiento, asimilación y reivindicación, y elevándonos al límite al llegar a la epifanía de que la redención de la humanidad pasa por entender que nos debemos querer los unos a los otros, como queda evidente musicalmente en ‘We Got The Power’.
Pero hay mucho + que aprender de este extraordinario y extraño disco, y nos lo cuentan nuestros colegas de Binaural en: [Crítica] Gorillaz – Humanz – Binaural