¿Rata Negra marca el futuro del punk pop español? Hawai es el disco que cambiará la movida actual
Estamos en el verano de 2025 en Madrid, donde el calor aprieta y la música late con fuerza en cada esquina. El punk pop ya no es un recuerdo de adolescencia con vaqueros rotos y posters mal pegados en la pared, sino un territorio nuevo en el que Rata Negra ha sabido dejar su huella. Su cuarto álbum, «Hawai», llega con una promesa peligrosa: mover los cimientos de la escena española y recordarnos que el ruido, cuando se afila con melodía, puede convertirse en pura poesía urbana.
Origen: Rata Negra anuncian su gira más potente con su nuevo disco “Hawai”
Lo fascinante es cómo esta banda consigue sonar a ayer y a mañana al mismo tiempo. La palabra clave es punk pop, pero no como lo conocíamos en los dos mil. Aquí hay guitarras que no solo rascan, también acarician; hay rabia, pero con un traje de fiesta; hay melodías que se instalan en la cabeza y no se marchan aunque uno lo intente. Y lo mejor es que no hay nostalgia impostada: lo que hacen Pablo, Fa y Violeta es tomar prestado del pasado solo lo que merece la pena, y lanzarlo directo al futuro.
la alquimia de tres músicos que se niegan a repetirse
Hace tiempo, cuando la historia de Juanita y los Feos terminó, pocos sospechaban que de aquellas cenizas aparecería algo tan sólido. Violeta y Fa buscaban una vía de escape, un nuevo laboratorio sonoro. Y entonces apareció Pablo, batería de otras aventuras sonoras, que resultó ser la chispa. Desde entonces, Rata Negra se mueve como una criatura de tres cabezas que piensa al unísono, pero nunca de la misma manera.
Su primer trabajo, «Corasones», ya apuntaba maneras. Directo, sencillo y con ese encanto punk que parecía hecho para durar lo justo. Pero lo que parecía pasajero se convirtió en un viaje largo. Con «Oído Absoluto» conquistaron ciudades donde nadie les esperaba: Berlín, Londres, Canadá, Estados Unidos. Allí comprobaron que su propuesta podía cruzar fronteras sin hablar idiomas, porque el punk pop tiene esa extraña cualidad de ser universal, como una bofetada bien dada o un beso inesperado.
«El secreto está en evolucionar sin perder los colmillos», dicen ellos mismos. Y algo de eso hay: uno escucha a Rata Negra y siente que las canciones muerden, pero al mismo tiempo acarician.
sonido muchacho como fábrica de futuro
El fichaje por Sonido Muchacho no es casualidad. Este sello, que ha sabido moverse entre la independencia y las grandes ligas, se ha ganado fama de descubrir lo que otros aún no ven. Con nombres como Carolina Durante, Cariño o Depresión Sonora en su catálogo, la comparación con la Factory Records británica no parece exagerada.
El punk pop, bajo este paraguas, suena distinto: hay riesgo, pero también estrategia. No es solo publicar discos, es crear un ecosistema. Y que Rata Negra haya encontrado aquí su nueva casa dice mucho de hacia dónde quieren ir.
hawai como manifiesto generacional
El nuevo álbum no es un simple compendio de canciones. «Hawai» funciona como una brújula emocional en un tiempo donde la precariedad se disfraza de normalidad y la rabia necesita un cauce elegante. Grabado con Francisco Meneses en los estudios PKO, y pulido por el máster de Rubén Suárez, el resultado tiene esa mezcla exacta de crudeza y elegancia.
El tema homónimo es, literalmente, un manifiesto. Habla de huir sin salir de sitio, de vestirse con dignidad aunque alrededor todo se caiga a pedazos. El videoclip, dirigido por Sergio Soso, subraya esta idea con imágenes que parecen sacadas de un sueño extraño, donde la decadencia convive con la belleza.
Los títulos del disco son otra declaración de intenciones: «Pesadilla Adulta», «Mi Opinión», «Reza», «Puro Veneno». Son frases que podrían estar pintadas en cualquier muro de ciudad, y sin embargo se transforman en canciones que hacen bailar con la desesperación a cuestas.
«Bailar en el apocalipsis es una forma de resistencia», me repite un amigo cuando hablamos del disco. Quizás tenga razón.
una gira que promete incendiar escenarios
El lanzamiento de «Hawai» llega acompañado de una gira extensa que los llevará de octubre de 2025 a marzo de 2026 por toda España. Desde Valencia hasta Madrid, pasando por Sevilla, Barcelona, Donostia o Zaragoza, cada parada promete ser un ritual eléctrico. Y lo dicen ellos mismos: será la gira más planificada de su vida. Lo cual, viniendo de una banda acostumbrada a la urgencia, ya es toda una declaración.
He visto a Rata Negra en directo y puedo asegurar que la experiencia está lejos de ser un simple concierto. Es más bien una sacudida. Canciones que duran poco, pero que dejan marca; luces que apenas dejan ver, pero que hacen sentir; un público que no canta, grita.
el revival que nadie esperaba
Estamos en una época curiosa: lo que ayer era moderno hoy es retro. Los sonidos de los 2000 se consideran vintage, y mientras Sophie Ellis-Bextor vuelve a sonar en discotecas gracias a TikTok, bandas como Carolina Durante o Ginebras redefinen la guitarra como arma de futuro.
En este contexto, Rata Negra no solo encaja: lidera. Porque su propuesta no se limita a copiar estéticas pasadas, sino a utilizarlas como materia prima para algo nuevo. El punk pop español está más vivo que nunca, y si uno lo duda, solo tiene que escuchar «Hawai».
del underground al mainstream sin pedir permiso
Lo más curioso de la trayectoria de esta banda es que nunca pidieron permiso para crecer. Empezaron con espíritu DIY, con maquetas que sonaban como podían, y hoy editan vinilos con diseño cuidado, letras ilustradas y portadas que son arte en sí mismas. Todo firmado por Fa.aaart y Violeta, como si la música no fuese suficiente y tuvieran que dejar huella también en lo visual.
La industria vive del streaming, pero ellos insisten en que el vinilo sigue siendo su religión. Y quizás tengan razón: un disco físico es más que un archivo, es una huella tangible.
preguntas que quedan abiertas
Entonces, ¿qué representa realmente Rata Negra en este 2025? ¿Una banda que revive el pasado o un faro que señala hacia dónde va la música? ¿Un grupo que baila sobre las ruinas o una máquina de fabricar himnos para una generación que se niega a hundirse?
Lo que sí sé es que «Hawai» ya suena a clásico. No porque copie nada, sino porque tiene esa cualidad extraña de lo atemporal. Y la gira que se avecina promete confirmarlo: cada noche será una fiesta, un exorcismo, un recordatorio de que el punk pop nunca murió, solo estaba esperando a que alguien lo reinventara.
Al fin y al cabo, como dice un proverbio antiguo:
“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.”
Y la verdad, en este caso, lleva nombre de banda madrileña que convierte la nostalgia en combustible y el presente en pura dinamita sonora.
¿Será Rata Negra la que marque el rumbo del punk pop en la próxima década o simplemente la chispa que encienda otra hoguera aún más grande? Esa es la pregunta que queda en el aire.