¿Micah P. Hinson ha inventado el folk del futuro sin darse cuenta? La melancolía retroamericana de Micah P. Hinson desarma el alma sin pedir permiso
Micah P. Hinson tiene esa extraña capacidad de sonar a pasado sin dejar de sonar a mañana. Desde la primera vez que escuché su voz rota, como si hubiera sido filtrada por mil carreteras polvorientas y otras tantas decepciones, supe que no estaba ante un cantante más. Había algo en él que me incomodaba y me seducía a la vez. Como una postal olvidada en un cajón que sigue oliendo a tabaco, a café frío y a cartas que nunca se enviaron.
Fue esa misma mezcla de dolor y belleza la que me llevó de cabeza a su nuevo trabajo, The Tomorrow Man, un álbum que parece escrito con tinta invisible sobre el diario de alguien que ha decidido volver a empezar. ¿Un disco más sobre el amor perdido y la soledad existencial? Sí, pero también no. Porque aquí hay algo más. Hay un eco. Hay una grieta. Y por esa grieta entra luz.
Origen: Micah P Hinson to release new album, announces EU/UK tour dates
“La música de Hinson no te acaricia. Te rasga y luego te arropa.”
Hace tiempo —porque con Micah siempre hablamos en pasado, aunque cante sobre el futuro—, su sonido era casi esquelético. Voz, guitarra, y un par de sombras acompañándole en cada acorde. Era Texas folk en estado puro: crudo, polvoriento, casi monacal. Pero con los años, como los buenos escritores que aprenden a decir más con menos o más con más, Hinson ha ido incorporando nuevas texturas a su narrativa sonora. The Tomorrow Man no es solo un álbum conceptual, es una declaración emocional vestida con orquestaciones que podrían haber salido de una película de Tarkovsky.
Cuando el folk alternativo se atreve a sonar a ciencia ficción emocional
Es difícil definir qué ha pasado exactamente con su estilo, pero algo ha cambiado. El folk alternativo que antes te hacía imaginar a un hombre en un porche con una botella de bourbon, ahora te traslada a una nave oxidada flotando en el espacio. Eso es lo que provoca “Oh, Sleepyhead”, el primer single del disco, una canción que es más un susurro existencial que una melodía tradicional. Y ahí, justo ahí, es donde entra en juego la orquesta Benevento, ese conjunto de cuerdas, alientos y dramatismo que convierte lo íntimo en algo casi cósmico.
“The Tomorrow Man suena como si Leonard Cohen hubiera hecho las paces con Brian Eno.”
La colaboración con el productor Alessandro “Asso” Stefana, conocido por trabajar con PJ Harvey y Mike Patton, no es casual. Stefana sabe cómo empujar a los músicos hacia terrenos incómodos, y eso es precisamente lo que necesitaba Hinson: un empujón suave pero firme hacia lo desconocido. Juntos se encerraron en algún rincón del norte de Italia, lejos de los clichés del country experimental estadounidense, y construyeron un disco que huele a exilio voluntario, a campo europeo, a atardeceres que no entienden de idioma.
La retroamericana en la era digital no es nostalgia, es resistencia
Lo que me fascina del enfoque de Hinson es cómo transforma el legado de la retroamericana —ese cruce de caminos entre el blues, el gospel, el country y las canciones de frontera— en algo radicalmente nuevo sin traicionar sus raíces. En una época donde todo se vuelve inmediato y desechable, él se permite la lentitud, la contemplación, incluso la tristeza. Su música es, en cierto modo, una forma de resistencia. No política. No ideológica. Sino humana. Un refugio.
Y sin embargo, ese refugio no es escapismo. Hinson nos obliga a mirar hacia adentro. A preguntarnos quiénes somos cuando el ruido se detiene. Porque si algo define The Tomorrow Man, es su capacidad de funcionar como espejo emocional.
El folk futurista no es un oxímoron, es un destino inevitable
Puede parecer contradictorio hablar de folk futurista, pero si hay alguien que ha conseguido encarnar ese concepto sin que suene a disparate es él. Porque no se trata de ponerle sintetizadores a una balada de banjo, sino de entender que el tiempo no es lineal cuando se trata de emociones. Lo que sentimos hoy ya lo sintieron otros antes y lo sentirán otros después. Hinson canta desde esa atemporalidad. Su folk no es vintage, es eterno.
Algunos puristas dirán que lo suyo ya no es folk. Que con tantos arreglos, cuerdas y atmósferas se ha perdido el espíritu original. Pero yo no estoy tan seguro. Quizás el espíritu original del folk era precisamente ese: cambiar, mutar, sobrevivir.
“El arte es largo, la vida es breve.” (Hipócrates)
Europa, ese laboratorio de melancolías sonoras
Y es en Europa donde este nuevo Hinson ha encontrado su lugar. No es casualidad que haya compuesto parte del álbum entre España y Texas, como un equilibrista entre dos nostalgias distintas. Ni que su tour europeo 2025 recorra ciudades como Madrid, Berlín, Londres o París, con paradas en salas donde la acústica permite que cada palabra, cada lamento, cada silencio, retumben en las costillas.
Hay algo en la forma en que los públicos europeos reciben su música, como si la entendieran más allá del idioma. Será que aquí, la melancolía futurista tiene otra densidad. O que los fantasmas de Hinson se sienten más cómodos en callejones parisinos que en los diners texanos. Sea como sea, su gira promete ser un desfile de emociones contenidas, de susurros amplificados, de belleza imperfecta.
Hacia dónde va el folk cuando deja de mirar hacia atrás
La pregunta, claro, es hacia dónde irá todo esto. ¿Seguirá Hinson por este camino de expansión orquestal? ¿Volverá a la crudeza de sus inicios? ¿Encontrará nuevas alianzas entre el folk alternativo y las corrientes experimentales europeas? La verdad es que no importa. Porque cada disco suyo parece no querer respuestas, sino provocar más preguntas.
Y si algo hemos aprendido con The Tomorrow Man, es que lo importante no es llegar al mañana, sino atreverse a imaginarlo.
“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas.” (Mario Benedetti)
“The Tomorrow Man” es un viaje emocional que no se escucha, se atraviesa
The Tomorrow Man no es un disco, es una confesión. Una carta sin remitente. Un mapa sin coordenadas. Si estás dispuesto a dejarte llevar por la voz de alguien que ha estado en el infierno y ha vuelto con una orquesta de fondo, no te lo pierdas.
“Micah P. Hinson es ese extraño trovador que canta al futuro desde las ruinas del alma.”
¿Será este el comienzo de una nueva etapa en el folk introspectivo contemporáneo? ¿O simplemente la constatación de que algunos artistas no evolucionan, sino que mutan como los sueños o los recuerdos? ¿Y si el futuro del folk no es volver a las raíces, sino reinventar su lenguaje emocional con cuerdas, sintetizadores y silencios elocuentes?
En cualquier caso, Micah ya está en camino. Y tú, ¿te atreves a seguirlo?
Referencias y enlaces naturales:
Puedes explorar más sobre la gira europea 2025 de Micah P. Hinson, con fechas y ciudades actualizadas en su sitio oficial.
Si te interesa el proceso creativo de su nuevo álbum, aquí tienes una entrevista muy reveladora sobre la colaboración con Asso Stefana.
Y si aún no has escuchado el tema que lo cambia todo, aquí está «Oh, Sleepyhead» en su versión oficial.
“The Tomorrow Man es lo que pasa cuando la melancolía se atreve a soñar.”