El mundo se acaba pero Miley brilla con más fuerza que nunca

4 mins read

¿Bailarías en lentejuelas si fuera el fin del mundo? El mundo se acaba pero Miley brilla con más fuerza que nunca

“End of the World” de Miley Cyrus no es solo una canción, es una declaración estética, emocional y, por qué no decirlo, existencial 💫. Desde los primeros acordes hasta la última imagen de su videoclip, hay algo que brilla más que el minivestido verde de lentejuelas: la certeza de que vivir intensamente es el único plan que merece la pena cuando todo se tambalea.

Cuando vi por primera vez el nuevo videoclip de Miley Cyrus, pensé en una cosa: los 80 nunca se fueron, simplemente se estaban maquillando de nuevo para volver mejor vestidos. Porque este video no es una imitación de esa época, es una conversación íntima con ella. Es como si Madonna y Prince se hubieran citado en el Sunset Boulevard, y Miley se hubiera colado con una botella de champán y una pregunta en los labios: “¿Y si mañana no llega?”.

El glamour retro como respuesta a la incertidumbre

La canción, como el vestido Mugler que lleva, es una joya que se mueve entre lo efímero y lo eterno. Es un homenaje descarado a la nostalgia pero también una invitación descarada al presente. Todo, absolutamente todo en este video, grita “hazlo ahora”, pero con elegancia, con lentejuelas, con un ventilador que mueva tu melena en slow motion mientras el mundo se cae a pedazos.

Hay un momento en el que Cyrus, recostada en el suelo, entona ese estribillo que ya se ha quedado pegado como un tatuaje invisible: “Let’s pretend it’s not the end of the world”. No hay gritos, no hay lágrimas, solo una especie de resignación hedonista que, sinceramente, me resulta más humana que cualquier discurso motivacional barato. Porque en tiempos en que las catástrofes se han convertido en parte del paisaje, bailar puede ser una forma de resistencia tan válida como cualquier otra.

maxresdefault 58

“Una fiesta como Paul McCartney” y otros refugios emocionales

Entre las líneas de esta canción se cuelan ciudades, ídolos, puestas de sol. Hay una imagen particularmente poderosa: escaparse a Malibú o París mientras el mundo se desmorona. No es solo romanticismo turístico, es la expresión pura del escapismo como salvación. ¿Qué otra cosa harías si supieras que te queda una noche?. Exactamente: lo que haría McCartney, probablemente. Salir a bailar.

Y no es casual que este single sea el adelanto de Something Beautiful, un álbum que ya promete ser mucho más que música. Será, según ha dejado caer Cyrus, una especie de ópera pop con tintes cinematográficos. Inspirado, nada menos, que en The Wall de Pink Floyd. Pero no esperes muros de ladrillo ni mensajes oscuros: lo de Miley va más por el camino del espejo con marco dorado, la sombra glitter y el amor como argumento principal.

“No se trata de sobrevivir, se trata de brillar mientras se cae el telón”

Cuando el arte se convierte en refugio glam

Ver a Miley Cyrus codirigir este video junto a Jacob Bixenman y Brendan Walter ha sido otra sorpresa bien jugada. Porque uno espera que las estrellas deleguen. Pero no, ella está ahí, detrás y delante de cámara, modelando cada plano como quien monta su propio escenario de despedida.

Todo tiene ese aire de función final, como si estuviéramos viendo el último acto de un musical pop distópico. Pero también hay algo esperanzador en esa mirada directa a cámara, en ese verde fosforescente que no permite el gris. Cyrus no está cantando sobre el fin del mundo: está cantando sobre cómo vivir a pesar de él.

Y eso nos lleva a una idea que se repite de fondo, casi como una melodía secundaria que solo percibes si prestas atención: no hay tiempo que perder. Ni para amores tibios, ni para ideas a medias, ni para ropa aburrida. Si vas a salir, sal con todo. Con Mugler. Con brillo. Con ritmo.

La estética ochentera no es moda, es declaración

Hay algo que ocurre cada cierto tiempo en la cultura pop: el pasado vuelve, sí, pero con una misión. Esta vez, no es por simple nostalgia. Es porque hay épocas que entendían el exceso como lenguaje. Y eso es lo que hace Miley aquí. Toma los sintetizadores, los peinados altos, las luces neón y los convierte en herramientas emocionales. Como si estuviera reescribiendo los 80 desde una perspectiva más íntima, más poética, más urgente.

Y es curioso, porque este video podría haber sido solo un juego de disfraces. Pero no lo es. Hay verdad en cada escena. En cada movimiento de cadera frente a la batería. En cada plano desenfocado. Porque aunque todo parece un sueño borroso, el mensaje es cristalino: el presente importa más que cualquier futuro incierto.

“End of the World” no es el final, es una invitación

Lo que me fascina de Miley Cyrus en este punto de su carrera es su capacidad para usar el glamour como lenguaje emocional. No como adorno. Ella no se disfraza: se transforma. Y en ese proceso, transforma también al espectador.

Algo similar ocurre con su nuevo proyecto: Something Beautiful. Un álbum conceptual con 13 canciones originales que promete no solo música, sino una experiencia inmersiva, una película paralela que llegará en junio. ¿Una ópera pop? Quizás. ¿Un grito estético? Seguro. ¿Una oportunidad para ver el arte como espejo de nuestro tiempo? Sin duda.

Y mientras tanto, ella ya nos ha dado un adelanto. Un videoclip que parece salido de un VHS cuidadosamente restaurado, con el brillo justo y el alma intacta.

“Bailar hasta el fin del mundo es un acto de fe”

“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)

“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.” (Joaquín Sabina)

¿Y tú? ¿Con qué canción querrías despedirte del mundo?

Tal vez el truco no esté en evitar el final, sino en hacer que cada instante cuente como si fuera el último. Y si es con música, con lentejuelas, y con un filtro vintage que embellece lo inevitable… mejor aún. Porque si el mundo se va a acabar, que nos pille bailando. Y con Miley Cyrus al frente, como una musa retro que no le teme ni al fin del mundo.

¿Será “Something Beautiful” el álbum más personal y deslumbrante de su carrera?
¿O será solo el principio de una nueva era donde el pop también puede sanar?

Habrá que esperar para saberlo. Mientras tanto, que suene el estribillo. Y que no se detenga.

17 / 100 Puntuación SEO

JOHNNY ZURI

Si quieres un post patrocinado en mis webs, un publireportaje, un banner o cualquier otra presencia publicitaria, puedes escribirme con tu propuesta a johnnyzuri@hotmail.com

Deja una respuesta

Previous Story

La escuela de música como espacio de aprendizaje y crecimiento personal

Next Story

The Marías – Back To Me es el susurro retro que nunca olvidaste